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Bill Hicks fue un comediante/pensador/crítico nacido en Georgia en 1961. Sus actos abarcaban todos los aspectos de la vida en "Occidente", en los que eran diseccionados y vapuleados sin ningún tipo de compasión. Política, religión, sociedad, drogas, música,... nada se salvaba de su afilada mente.
A muchos les puede parecer misántropo, pesimista y cínico. Pero lo cierto es que debajo de todo eso había un verdadero soñador y optimista que creía que un cambio para mejor era posible. Una lástima que se fuera tan pronto de aquí.
Aquí os dejo uno de los fragmentos más memorables de sus actuaciones. La mayoría del material que encontréis sobre él va a estar en inglés, así que... aprended inglés, mastuerzos.
http://es.youtube.com/watch?v=Q95kX_EP2Nk&feature=related
Un saludo con patatas.
Viendo que las posturas radicales no traen más que problemas, voy a crear una nueva filosofía vital sobre ciertos temas desde un punto de vista más moderado: el afavorencontrismo. Suena difícil de pronunciar, pero el nombre es lo de menos.
Hoy, aprovechando las borracheras masivas del personal y los ágapes pantagruélicos, voy a tocar el tema de la Navidad.
A favor:
- Comida
- Reunión familiar
- Luces de colores
- Salir de fiesta
- Regalos
- Vacaciones
- Buen rollo generalizado
En contra:
- Derroche
- Reunión familiar
- Drogas + Conducción
- Religión
- Excusa para ser bueno (podría ser todo el año)
Un saludo con patatas.
Las drogas. Cuando la gente piensa en ese significante, suele acordarse de las "malas drogas". Ya sabéis: cocaína, heroína, cannabis,... Las drogas ilegales, para que nos entendamos. Obviamente el concepto "droga" se extiende mucho más allá de este reducido grupo, a pesar de que muchos lo ignoren o quieran ignorar. Pero quiero dejar de lado tecnicismos médicos y centrarme en la visión actual de estas sustancias, sobre todo desde el mundo audiovisual.
Primero, voy a mentar la visión negativa. Por todos es conocida la concepción satanizadora de las "drogas" (una vez más, las drogas ilegales), fomentada por padres, profesores, gobiernos y asociaciones antagónicas. Propugnan por una lucha activa contra las "drogas" y ofrecen una mirada más bien catastrofista de estas sustancias y como pueden afectar a la sociedad. No es para menos. Aquellos que abusan de ellas no hacen precisamente bien a sí mismos y a los que les rodean.
El mayor problema de esta visión, al igual que con cualquier visión radical negativa, reside en que suelen ser bastante cerradas. Sólo hay que ver los anuncios anti-"droga" de este país, que se centra únicamente en las consecuencias finales del abuso (y resalto especialmente "abuso").
Por otra parte, tenemos la visión positiva de las drogas. Esta no la fomentan precisamente los yonkis, sino el mundillo audiovisual y la cultura de la fiesta juvenil. Miles de chavales "metiéndose" sin mesura ni control todos los fines de semana. Y las películas y series construyendo el "glamour" de las "drogas" a golpe de fotograma. Filmes de fumados, metraje de heroinómanos con carisma y series con profesionales de dudosa moral. Construyen alrededor de estas sustancias un aura beatífica que dice "si tomas drogas, molas".
Ahora bien: ¿cómo se traduce esto dentro de la sociedad, especialmente entre los adolescentes? ¿Qué ocurre cuando no se muestra una versión moderada y estudiada del asunto?
Voy a poner un ejemplo: ¿qué pasa si le dices a un crío que va a venir el hombre del saco y a la hora de la verdad no viene? ¿Se creerá la primera historia o lo que ha aprendido por experiencia?
La mayoría de efectos negativos de las drogas, los que verdaderamente te incapacitan de manera crónica, se dan a largo plazo y tampoco es que sea fácil estudiarlos. Alguien que pruebe una droga que le haga sentir cosas nuevas y agradables, muy probablemente, desechará la visión negativa de estas sustancias y se quedará con la exclusivamente positiva.
En mi opinión, urge una visión moderada e informada de las "drogas" y de las drogas y que esta se fomente dentro de los círculos formativos y educativos. También estaría bien que los laboratorios pudieran investigar aquellas drogas que son actualmente ilegales de forma honesta para que pudieran desarrollarse medicamentos y otras sustancias a raiz de estas (por ejemplo, la morfina) y para que se les pudieran reducir los efectos nocivos.
Un saludo con patatas.
Hay una característica verdaderamente fascinante que reside en todos y cada uno de los humanos: su visión particular del mundo. Todos disponemos de una percepción de la realidad única que viene dada tanto por los genes como por las experiencias. Gracias a esto, desarrollamos distintos talentos que debemos encontrar, explorar y mostrar al mundo.
Ser permeable a los distintos enfoques de la realidad que nos enseñan nuestros congéneres es una excelente forma de crecer como persona y no limitarse a la visión cerrada de uno mismo.
Cada uno tiene el potencial en algún campo: la pintura, la música, la cocina, el cálculo, el cariño, el orden, el caos, la curiosidad, entre muchos otros. Cada uno de nosotros puede quedar maravillado ante la creación de otro. Y cuando eso ocurre, el mundo se reabre mostrándonos caminos que antes no conseguíamos ver.
Para mí, uno de los talentos clave es el humor. La risa nos alivia, nos renueva y nos une. Quitando elitismos de humor inteligente, lo cierto es que todos nos podemos reir de las mismas cosas. Es ese momento en el que ves algo gracioso en público y te percatas de que te estás riendo con otras personas. Y sientes esa chispa, que te conecta con cualquiera, y te percatas de lo poco que cuesta llevarse bien y que realmente no somos tan diferentes.
Aprender a disfrutar de lo que nos ofrecen los valientes que abren su corazón por el bien común es debilitar el miedo a lo diferente. El pintor te habrá enseñado a ver tu ira como un estallido de rojo carmesí. El cocinero te hará saborear la alegría como un mazapán. El matemático disminuirá tu tristeza ya que sólo será la suma de unas pocas cosas en toda la ecuación.
Conociéndonos y aportando cada uno nuestro talento podemos hacer que esto vaya poco a poco a mejor.
Dicen que el tiempo lo cura todo. Nunca me lo creí demasiado. Lo cierto es que el tiempo no te cura, sólo te insensibiliza. Cuando te olvidas de aquello que te dolía, no es porque ya no duela o la herida haya cerrado, sino porque te da igual. Porque ya no importa. Estás insensible al dolor.
Cuando algo te hace daño, daño de verdad, pierdes una parte de tu inocencia. Lo peor de todo es darte cuenta que no va volver. Cuando la pierdes, es para siempre. Es como despertar de un sueño. Por mucho que trates de volver al mismo, sólo conseguirás desvelarte.
Es la razón por la que las personas protegemos la inocencia de los niños. Tratamos de disfrutar las cosas otra vez como si fuéramos críos y la gente cae en complejos de Peter Pan (sólo que Peter Pan tenía que hacer de padre y guardián). Nos acordamos de cuando éramos niños y sólo había risas y diversión, y papá y mamá eran los baluartes de protección inquebrantable.
Vamos descubriendo verdades y Cronos va rebanando pedazos de nuestra ignorancia sin preocuparse por rellenar el hueco.
Llega un momento en el que nos miramos al espejo y vemos nuestro esqueleto desnudo de ingenuidad y nos percatamos de que necesitamos cubrirlo con algo. Algunos buscan placer, otros poder, otros conocimiento, otros amor y muchas cosas más. Pero lo cierto es que lo que necesitamos es volver a casa.
Volver a sentirse protegido. A disfrutar de manera pura. A no preocuparse por nada. A no sentirse solo. Por eso mucha gente crea una familia. Para poder volver al hogar, aunque en este caso sea crear uno tú mismo. Porque gozan viendo como sus hijos viven aquello que les ocurrió tantos años atrás. Y recuerdan momentos de su juventud y juegan con ellos y hacen tonterías. Pero no importa, porque vuelven a estar en casa y son niños de nuevo.
Por eso mucha gente cree en dioses. Necesitan creer que alguien más grande y poderoso que ellos va a cuidarlos cuando pase la tormenta, como el padre que calma a su hijo durante la lluvia. El paraíso no está lleno de frutos ni oro ni néctar. El paraíso es un plato de sopa. Es un regalo de cumpleaños. Es un cuento antes de dormir. Es estar en casa.
Un saludo
Mi primera recomendación musical se la lleva el grupo Sigur Rós, y más en concreto su disco sin nombre, que salió a la venta en 2002.
Esta obra la guardo en mi corazón con especial cariño. A cualquier oyente novel le quedará patente con la primera canción (y en mi opinión la mejor del grupo hasta el momento). Es la música del nacimiento y la muerte. Es como la nana de una madre. Es la música del fin del mundo. Es, sencillamente, abrumadora. Coge todas las emociones humanas, añádele un poco de sonidos oníricos, una pizca de lenguaje en blanco y suéltalas en un estallido de imágenes mentales.
Podría daros muchos datos sobre notas, tempo, estilo y demás, pero no le haría justicia. Escuchadlo. Os aseguro que no os dejará indiferentes.
Al final parece que la anarquía llegará antes de lo que me imaginaba y no precisamente como se cree la gente. No serán los punkis ni los libertarios de libro ni los jovenzuelos anti-autoridad. Serán los grandes empresarios, con su flagrante anarco-capitalismo (jamás pensé que vería ambos conceptos unidos) que enmascara una oligarquía de lo más eficaz.
Son esos grandes empresarios multinacionales que no deben lealtad a ningún país y por lo tanto a ninguna ley y que además tienen suficiente poder como para salir bien parados de cualquier rifirafe judicial.
Son esos grandes empresarios multinacionales que tienen a todo el mundo cogido por salva sea la parte (es decir, los cojones), subvencionando o creando partidos políticos, controlando los medios de comunicación masivos y teniendo es su poder básicamente el grueso del capital mundial.
Son esos grandes empresarios multinacionales que abogan por una desregulación aún más fuerte para tratar de paliar una crisis que ellos han creado en gran parte (aunque la población tiene también su buen trozo del amargo pastel gracias a su consumo desmedido y su idea de "vive hoy y mañana, ya se verá").
Son esos grandes empresarios multinacionales que aprovechan cualquier oportunidad, como la crisis, para crear nuevas opciones de mercado y seguir vendiendo la idea de "eres libre, ¡demuéstralo!" cuando realmente dicen "eres libre, ¡si puedes pagarlo!", mientras se llenan aún más los bolsillos.
Son esos grandes empresarios multinacionales que actúan como actúan porque saben que tú te vas a callar y comprar mientras bebes Coca-Cola.
Porque prefieres vivir en la inopia drogado de consumo.
Porque no te mueves a menos que pases hambre.
Hay un tema que me hace mucha gracia y que me toca muy cerca por ser un ávido fan de la cultura del videojuego, y es el tema de las regulaciones de edad. Estas obviamente no se limitan a los videojuegos, ya que forman parte del amplio espectro de sistemas de regulación que caracterizan a muchas formas artísticas, en especial en el ámbito audiovisual.
La razón que me lleva a escribir esto es la hipocresía de la que hacen gala enormes sectores de la sociedad con respecto a este tema. No es raro ver como determinadas asociaciones de padres y personajes de la vida pública alzan su voz al cielo denunciando a aquellos que crean arte porque resulta "dañino para los menores".
Lo primero de todo: estos sistemas de regulación se crearon específicamente para evitar que ciertos grupos de la sociedad, es decir, los menores, accedieran a ese material que podría resultar contraproducente para su desarrollo.
En sí, el sistema no hace nada. Es esencial que aquellos que están encargados de la educación de los jóvenes (básicamente toda la sociedad adulta) se hagan cargo de que ese sistema se lleve a cabo de la manera más efectiva posible: los distribuidores no vendiendo un producto que por ley NO PUEDEN vender a menores, padres que no cedan ante las exigencias de la criatura para que se calle, padres que están atentos a qué productos acceden sus hijos,... Básicamente sentido común y un poco de adhesión real a aquello que propugnan.
Esto se puede extender a otros campos. No es muy loable que continuamente se esté exhibiendo e incluso haciendo apología de la violencia física y verbal en la televisión a todas horas. Noticias sobre catástrofes, asesinatos y demás "mieles" de la humanidad, programas de "debate" del corazón, películas no recomendadas en horario infantil/juvenil,... Cualquier crío que esté expuesto diariamente a estas proyecciones, fácilmente tomará esas conductas y actitudes como algo normal y como modelos a seguir. Modelos que difícilmente se borrarán con el paso de los años, sobretodo teniendo en cuenta que la televisión ha pasado a ser como un miembro más de la familia.
Por otro lado tenemos Internet y las videoconsolas. Seguiré diciendo que Internet es una herramienta estupenda y un medio de enormísimo potencial para la humanidad en general, y que las consolas son un medio artístico y de entretenimiento sublime, pero los sistemas operativos y las consolas no incluyen un control parental por la risa que da. ¡Hasta la Wii tiene un sistema que permite ver cuántas horas y a qué se ha jugado!
Todas esas herramientas se quedan en el olvido mientras la gente se queja de cómo los medios afectan a sus hijos negativamente, pero no es la primera vez que veo a un padre preguntar por el último Grand Theft Auto para su hijo ni la primera que veo una película "de tiros" a las 6 de la tarde.
Soy un firme defensor de las libertades individuales y aquellos que me conocen bien lo saben, pero creo que ya es hora de que los padres (no todos, que buena gente hay en todas partes) tomen las riendas de la educación de sus hijos, que los medios tomen su parte de responsabilidad en la articulación de la sociedad y se dejen de tanto individualismo egoísta.
Pasen y vean, mi querido público. Presencien el inquietante y patético devenir de este ser humano y su cerebro. Paséense por el tejido neuronal de este guiñapo antropomórfico y con ínfulas de sabio. Asómbrense con la inefable cantidad de estupideces que puede generar la mente del Homo Sapiens 2.0.
Lo que ofrezco no es nada fuera de lo convencional: las idas y venidas de mi mente, mis críticas, mis gustos, mis críticas, mi ideología, mis críticas, mis propuestas y, por supuesto, mis críticas.
A lo largo de la que espero que sea una larga andadura, iré reeditando antiguas entradas de mi blog anterior para disfrute del personal. Ya las indicaré cuando sea apropiado.
Por lo demás, espero que os resulte interesante o como mínimo entretenido, que para eso estoy.
